Glóbulos rojos


Formación de los Glóbulos Rojos:
La formación continuada de los eritrocitos o glóbulos rojos se denomina eritropoyesis. Esta constituye un sistema de renovación continua, es decir que sus elementos celulares poseen vida media limitada por lo cual deben ser reemplazados en forma periódica. A la misma categoría pertenecen las células de la piel, las del tracto gastrointestinal y las testiculares. Por lo contrario, existen células que no son reemplazadas una vez que ha finalizado el crecimiento del órgano al que pertenecen (por ejemplo; las del sist. Nervioso y de los músculos cardiaco y esquelético) o bien solo lo son luego de alguna lesion (como sucede con las del tejido conectivo, del hígado o del riñón)
En condiciones normales, la producción de glóbulos rojos constituye una magnitud constante: alrededor de 30 ml por kilogramo de peso corporal. Los eritrocitos viven, en el ser humano, 120 días. Este hecho determina la necesidad de un reemplazo inmediato para impedir que se modifique el volumen de eritrocitos circulares. Alrededor de 20 ml. de glóbulos rojos desaparecen por día de la circulación y por lo tanto, idéntica cantidad debe ser producida por el organismo en el mismo lapso. El proceso de eritropoyesis en el ser humano demora entre 5 y 6 días, y ocurre en la medula ósea del esternón, de los huesos largos y de las costillas.
La pérdida accidental de eritrocitos -como es el caso de una hemorragia - aumenta notablemente la magnitud de la eritropoyesis hasta restablecer el volumen globular perdido. Si, por lo contrario, mediante transfusiones de sangre aumenta el volumen de eritrocitos, la eritropoyesis cesa hasta que la muerte por senescencia posibilita el restablecimiento de los valores celulares normales. Todo ello prueba que la eritropoyesis es controlada por importantes y sensibles mecanismos que operan incrementando la producción cuando disminuye el número de eritrocitos o reduciendo la formación de estos cuando dicho número aumenta.
La formación de glóbulos rojos es controlada por una hormona denominada eritropoyetina (Epo). La misma estimula la proliferación y diferenciación de células progenitoras, hecho que determina la aparición de eritrocitos circulantes. La principal función de los eritrocitos es el transporte de gases entre los pulmones y los tejidos, y por tanto la oxigenación tisular está íntimamente relacionada con la producción de glóbulos rojos a través de la síntesis de Epo. Mediante mecanismos no totalmente conocidos, la disminución de oxigeno tisular estimula la producción de Epo, mientras que el exceso de oferta inhibe la síntesis de la hormona.

Si hablamos acerca de los factores necesarios para la producción de glóbulos rojos se destacan:

Vitamina B12: un factor necesario para la síntesis y la multiplicación de las células puesto que las células madres de la medula ósea deben multiplicarse muy rápidamente para producir glóbulos rojos, la falta de esta vitamina origina anemia. La anemia por falta de vitamina B12 se denomina anemia perniciosa. Para la absorción de esta vitamina es necesario que se una a un factor intrínseco, producido en la pared del estómago. Una alteración en la pared gástrica puede producir anemia perniciosa por falta de absorción de la vitamina B12.

  • Acido Fosfólico: también es necesario para la síntesis de glóbulos rojos y su falta en la dieta puede producir anemia

Hierro: es un compuesto fundamental para la producción de hemoglobina. En todo organismo hay entre 4 y 5 gramos de hierro, la mayor parte se encuentra en la hemoglobina. En el hombre las necesidades de hierro son de 0.6 miligramos al dia para compensar la cantidad que se pierde por las heces. En las mujeres la necesidad de hierro son aproximadamente el doble que en el hombre, debido a las perdidas por la menstruación.


Función:


La función principal de los glóbulos rojos es transportar la mayor parte de oxigeno presente en la sangre, unido a la hemoglobina. Esta sustancia transporta solo una parte del dióxido de carbono, ya que el resto viaja disuelto en el plasma o formando parte de otro compuesto, llamado acido carbónico.


Caracteristicas:

- tienen forma discoide, bicóncavo

- miden unas 9 micras de diámetro.

- Contienen la hemoglobina, responsable del color rojo de la sangre y del transporte de oxígeno desde los pulmones hasta las células.

- Su formación se realiza en la médula ósea (eritropoyesis)

- aportan oxígeno a los tejidos para que puedan desarrollarse las reacciones metabólicas y, al mismo tiempo, recogen el dióxido de carbono que se ha generado en estas reacciones y lo retornan a través del sistema venoso hasta los pulmones, donde lo liberan, para posteriormente oxigenarse de nuevo y comenzar otro ciclo.

- forman parte de la sangre que está compuesta de una parte líquida, llamada plasma y una parte sólida que son las células: (glóbulos rojos o hematíes, glóbulos blancos o leucocitos y plaquetas.)

Anomalías

Anomalías de los glóbulos rojos:

La destrucción de los glóbulos rojos puede deberse a que tengan formas anormales, membranas débiles que se rompan fácilmente o a que les falten las enzimas necesarias para su buen funcionamiento y para la flexibilidad que les permita circular por los vasos sanguíneos más estrechos. Tales anomalías en los glóbulos rojos ocurren en determinados trastornos hereditarios. La esferocitosis hereditaria es un trastorno hereditario en el que los glóbulos rojos que se presentan normalmente en forma de disco se vuelven esféricos.
Los glóbulos rojos que presentan malformaciones y son rígidos quedan atrapados en el bazo, donde se destruyen, produciendo anemia y agrandamiento de dicho órgano. La anemia es habitualmente leve pero puede ser más intensa si existe una infección. Cuando el trastorno es grave pueden aparecer ictericia y anemia, el hígado puede agrandarse y se forman cálculos biliares. En los adultos jóvenes, este trastorno puede confundirse con hepatitis. Pueden presentarse anomalías óseas, como cráneo en forma de torre y más de cinco dedos en las manos y en los pies. Habitualmente no se necesita tratamiento, pero la anemia intensa puede requerir la extirpación del bazo. Este procedimiento no corrige la forma de los glóbulos rojos, pero reduce el número de los que se destruyen y así se corrige la anemia.

La eliptocitosis hereditaria es un trastorno poco frecuente por el que los glóbulos rojos adoptan
la forma de un óvalo o de una elipse, en lugar de la de un disco. Este trastorno a veces ocasiona una anemia leve pero no requiere ningún tratamiento. Extirpar el bazo puede ser de cierta utilidad en caso de anemia intensa.



Anomalías de la hemoglobina:


Las anomalías hereditarias de la hemoglobina pueden causar anemia. Los glóbulos rojos que contienen hemoglobina anormal pueden deformarse o perder la capacidad para suministrar una cantidad adecuada de oxígeno a los tejidos
.

Enfermedades que afectan a los glóbulos rojos



Anemias

Las anemias son enfermedades en las que los
glóbulos rojos o la hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno) presentan valores inferiores a los normales.


Los glóbulos rojos contienen la hemoglobina, que les permite transportar oxígeno desde los pulmones hasta las distintas partes del cuerpo. Como en la anemia se reduce el número de los glóbulos rojos o la cantidad de hemoglobina presente en ellos, la sangre no puede transportar una adecuada cantidad de oxígeno. Los síntomas, causados por la falta de oxigenación, son variados. Por ejemplo, la anemia puede causar fatiga, así como debilidad, incapacidad para realizar ejercicio y dolores de cabeza leves. Si la anemia es muy grave, puede aparecer un ataque o un paro cardíaco.

Los análisis simples de sangre pueden detectar la anemia. Es posible determinar el porcentaje de glóbulos rojos en el volumen total de la sangre (hematócrito) y la cantidad de hemoglobina presente en una muestra de sangre. Estos análisis forman parte de un recuento completo de las células sanguíneas. La anemia puede ser causada por una hemorragia, una escasa producción de glóbulos rojos o su excesiva destrucción (hemólisis).



Anemia por deficiencia de hierro:

El organismo recicla el hierro: cuando los glóbulos rojos mueren, el hierro presente en ellos vuelve a la médula ósea para ser reutilizado en la formación nuevos glóbulos rojos. El cuerpo pierde importantes cantidades de hierro cuando se pierden grandes cantidades de glóbulos rojos durante una hemorragia. El déficit de hierro es una de las causas más frecuentes de anemia. En los adultos, este déficit se debe esencialmente a la hemorragia, mientras que en los bebés y niños, que necesitan más hierro por estar en edad de crecimiento, la causa principal de este déficit es una dieta pobre en hierro. En las mujeres durante la posmenopausia y en los varones, el déficit de hierro indica habitualmente una pérdida de sangre por el aparato gastrointestinal. El sangrado menstrual puede causar déficit de hierro en mujeres durante el período pre-menopáusico.



Anemia por deficiencia de vitamina B12:

La anemia por deficiencia de vitamina B12 (anemia perniciosa) es una anemia megaloblástica producida por la absorción inadecuada de dicha vitamina. La absorción inadecuada de la vitamina B12 causa anemia perniciosa. Esta vitamina, presente en carnes y verduras, normalmente es absorbida en la última parte del intestino delgado que conduce al intestino grueso (íleon) . Sin embargo, para que la vitamina B12 sea absorbida, debe combinarse con el factor intrínseco, una proteína producida en el estómago, que luego transporta la vitamina hasta el íleon y la ayuda a atravesar su pared y pasar a la sangre. Sin el factor intrínseco, la vitamina B12 permanece en el intestino y es excretada en la materia fecal. En la anemia perniciosa, el estómago no produce el factor intrínseco, la vitamina B12 no es absorbida y se origina la anemia aun cuando se ingieran grandes cantidades de esta vitamina con los alimentos. Pero puesto que
el hígado almacena grandes cantidades de vitamina B12, la anemia no se desarrolla hasta que no hayan transcurrido de 2 a 4 años desde que el organismo dejó de absorber esta vitamina.

Aunque la falta del factor intrínseco es la causa más frecuente de déficit de vitamina B12, existen otras causas, como un crecimiento bacteriano anormal en el intestino delgado que impide la absorción de esta vitamina, ciertos trastornos como la enfermedad de Crohn y la cirugía que extirpa el estómago o la parte del intestino delgado donde se absorbe la vitamina B12. Una dieta vegetariana estricta también pueda causar un déficit de esta vitamina. Además de disminuir la producción de glóbulos rojos, la deficiencia de vitamina B12 afecta al sistema nervioso, causando hormigueo en las manos y en los pies, pérdida de sensibilidad en las piernas, los pies y las manos, y aparición de movimientos espásticos. Otros síntomas pueden ser un tipo peculiar de daltonismo referido a los colores amarillo y azul, inflamación o ardor en la lengua, pérdida de peso, oscurecimiento de la piel, confusión, depresión y una función intelectual deficiente.
Anemia por deficiencia de vitamina C:

La anemia por deficiencia de vitamina C es un tipo de anemia poco frecuente cuya causa es una carencia grave y muy prolongada de vitamina C. En este tipo de anemia, la médula ósea produce glóbulos rojos pequeños.



Anemia hemolítica por anticuerpos
calientes:

La anemia hemolítica por anticuerpos calientes es una enfermedad en la que el cuerpo crea auto-anticuerpos que reaccionan contra los glóbulos rojos a la temperatura de éste. Estos auto-anticuerpos cubren los glóbulos rojos, los cuales son entonces identificados como un componente extraño y destruidos por células presentes en el bazo o a veces en el hígado y la médula ósea. Esta enfermedad es más frecuente en las mujeres que en los varones

Los síntomas son a menudo peores que los que el grado de anemia dejaría prever, probablemente porque ésta suele desarrollarse rápidamente. Como el bazo habitualmente se agranda, la parte superior izquierda del abdomen puede doler o dar una sensación de molestia.




Anemia hemolítica por anticuerpos fríos:

La anemia hemolítica por anticuerpos fríos es una enfermedad en la que el cuerpo crea auto-anticuerpos que reaccionan contra los glóbulos rojos a temperatura ambiente o fría.Este tipo de anemia puede ser aguda o crónica. La forma aguda a menudo ocurre en personas que padecen infecciones agudas, especialmente ciertas neumonías o mononucleosis infecciosa. No dura mucho tiempo, es relativamente leve y desaparece sin tratamiento. La forma crónica es muy frecuente en las mujeres, particularmente en las mayores de 40 años que padecen artritis u otras
enfermedades reumáticas.

Si bien la forma crónica persiste generalmente durante toda la vida, la anemia suele ser leve y produce pocos síntomas o ninguno. Pero la exposición al frío incrementa la destrucción de los glóbulos rojos y puede empeorar los dolores en las articulaciones y ocasionar síntomas como fatiga y una coloración azulada de los brazos y de las manos. Las personas que presentan este trastorno y viven en climas fríos tienen sustancialment
emás síntomas que quienes viven en climas calurosos.






Enfermedades crónicas

Una enfermedad crónica frecuentemente causa anemia. Enfermedades como infecciones, inflamación y cáncer impiden la producción de glóbulos rojos en la médula ósea. Debido a que el hierro almacenado en la médula no puede ser utilizado por los glóbulos rojos en crecimiento, este tipo de anemia, suele recibir el nombre de anemia de reutilización de hierro.

En todas las personas, las infecciones, incluso las triviales, y las enfermedades inflamatorias como la artritis y la tendinitis, inhiben la producción de glóbulos rojos en la médula ósea, lo que disminuye el número de glóbulos rojos en la sangre. Sin embargo, estas enfermedades no causan
anemia a menos que sean graves o prolongadas (crónicas).

Cuanto más grave es la enfermedad, más intensa será la anemia resultante, si bien la causada por una enfermedad crónica no suele ser muy grave. El hematócrito (porcentaje de glóbulos rojos en la sangre) casi nunca es menor al 25 por ciento (el normal es del 45 al 52 por ciento en los varones y del 37 al 48 por ciento en las mujeres) y el valor de hemoglobina (proteína que
transporta oxígeno en los glóbulos rojos) rara vez es menor a 8 gramos por decilitro de sangre (el valor normal es de 13 a 18 gramos por decilitro).

Como este tipo de anemia se desarrolla lentamente y en general es leve, habitualmente no roduce ningún síntoma. Cuando aparecen los síntomas, por lo general se deben a la enfermedad que origina la anemia y no a la anemia en sí misma. Los análisis de laboratorio pueden indicar que la
enfermedad crónica es la causa de la anemia, pero no pueden confirmar el diagnóstico. Por consiguiente, los médicos primero tratan de excluir otras causas de la anemia, como una hemorragia o un déficit de hierro.

Debido a que no existe ningún tratamiento específico para este tipo de anemia, los médicos tratan la enfermedad que la causa. La ingestión adicional de hierro o de vitaminas no es de utilidad alguna. En los pocos casos en que la anemia se torna grave, las transfusiones o la
eritropoyetina (hormona que estimula la médula ósea para que produzca glóbulos rojos) pueden resultar útiles.

Imagenes





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